Hoy un cuento de tradición oral recogido por Antonio RODRÍGUEZ ALMODÓVAR:
"Las tres naranjas del amor", que nos cuenta Eva.
El príncipe, hijo del rey, quería casarse antes de que su padre muriera.
Un día, echando el agua por la ventana, sin querer, se la tiró encima a una gitana que le dijo: "nunca encontrarás las tres naranjas del amor".
El príncipe muy asustado fue a contárselo a una hechicera que le dijo que emprendiera un laaarrrrgooooo viaje hasta llegar a un jardín vigilado por tres perros; una vez pasados tenía que encontrar el naranjo con tres naranjitas que debía coger de un salto.
Emprendió el viaje. Cuando llegó le dio una barra de pan a cada perro. Encontró el naranjo y de un salto cogió las tres naranjas.
Mientras volvía le entró hambre, así que abrió una de las tres naranjas. Apareció una guapa muchacha que le preguntó:
- ¿Me das agua?
- Lo siento, pero no tengo - le contestó el príncipe.
- Entonces me vuelvo a mi naranjita.
El príncipe llegó a una venta donde pidió una jarra de vino y otra de agua.
Abrió la segunda naranja y apareció otra muchacha aún más guapa que la primera que le preguntó lo mismo; y, el príncipe le dio una jarra, pero se confundió y le dio la de vino. La muchacha le dijo lo mismo que la primera y desapareció.
La tercera naranja la abrió en un río. Apareció una muchacha más guapa que las otras dos. Se enamoraron y se casaron y tuvieron un hijo.
El príncipe fue a darle la noticia a su padre.
A las puertas del castillo decidió esconder a su mujer en un árbol que había al pie de una fuente y entró a preparalo todo.
La gitana fue a la fuente y la vio. Total que la convenció para que bajara y ella la peinase. En lugar de eso, le clavó un alfiler en la cabeza y se convirtió en paloma. La gitana se vistió con sus ropas.
El hijo del príncipe se hizo amigo de la paloma y le vio el alfiler , se lo quitó y se convirtió otra vez en princesa y vivieron felices.
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