" Nací en 1973. Mi infancia transcurrió en Pontedeume, entre lluvias y campos. Cuando no iba al colegio pasaba mis días capturando saltamontes de color esmeralda o maravillándome ante la inmensa variedad de formas que adquieren las hojas de las plantas. Y dibujaba también, como cualquier niño, todo lo que llamaba mi atención. Dibujar era una herramienta mágica que me permitía sentir que aquello que plasmaba en el papel entraba a formar parte de mí. Hoy sigo haciéndolo. Pero ilustro cuentos. Bueno, también libros de texto, que es algo tan aburrido que no merece la pena ni mencionarlo. Es aburrido porque coarta la imaginación. No como los cuentos, en los que uno es más libre. El de la libertad es un camino que a los adultos nos aterra porque nos deja desnudos ante nuestra incapacidad. Yo, para que me guíe, trato de reencontrar al niño que fui, aquel que, de tan libre, no sabía ni que la libertad existía."
(Del blog: Abuenpaso)
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