Leyendo el poético libro de ERRI DE LUCA: "Los peces no cierran los ojos", me he encontrado las siguientes palabras sobre la lectura de libros de un niño de 10 años:
"Seguía leyendo tebeos, pero más los libros que me llenaban el cráneo y me ensanchaban la frente. Leerlos se parecía a adentrarse en el mar con la barca, la nariz era la proa, las líneas olas. Iba despacio, a golpes de remo, ciertas palabras que no entendía las dejaba correr, sin rebuscar en el diccionario. En espera de entenderlas, quedaban aproximativas. Tenía que entenderlas por mi cuenta definírmelas a través de otras ocasiones, a fuerza de toparme con ellas".
Ilustración de Quentin Blake en el libro de Roald Dahl "Matilda"
No hay comentarios:
Publicar un comentario