viernes, 1 de abril de 2016

Era una mañana y abril sonreía. 
Frente al horizonte dorado moría 
la luna, muy blanca y opaca; tras ella, 
cual tenue ligera quimera, corría 
la nube que apenas enturbia una estrella. 
........................................ 
Como sonreía la rosa mañana, 
al sol del oriente abrí mi ventana; 
y en mi triste alcoba penetró el oriente 
en canto de alondras, en risa de fuente 
y en suave perfume de flora temprana. 
Fue una clara tarde de melancolía. 
Abril sonreía. Yo abrí las ventanas 
de mi casa al viento... El viento traía 
perfumes de rosas, doblar de campanas... 
Doblar de campanas lejanas, llorosas, 
suave de rosas aromado aliento... 
...¿Dónde están los huertos floridos de rosas? 
¿Qué dicen las dulces campanas al viento? 
...................................... 
Pregunté a la tarde de abril que moría: 
—¿Al fin la alegría se acerca a mi casa? 
La tarde de abril sonrió: —La alegría 
pasó por tu puerta-y luego, sombría—: 
Pasó por tu puerta. Dos veces no pasa.


Antonio MACHADO
"Soledades"

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